domingo, 22 de enero de 2017

Aquella casa misteriosa


Siempre que vengo por la autovía en la salida 6 de la A-7 de la Avda. de Denia en Alicante, me encuentro siempre, a mano derecha, con esa imponente y misteriosa casa que desde hace muchos años me llama la atención.

Contrasta su arquitectura con el paisaje desértico y solitario que le rodea. Muy cerca de esta casa se encuentra una empresa de autobuses y a unos metros más lejos un lujoso concesionario de la marca Mercedes Benz. Siempre me preguntaba quien vivió en aquella casa, si eran felices sus propietarios rodeados de naturaleza, sin los ruidos de coches que ahora se oyen, aunque no son muy molestos debido a la distancia prudencial que les separa de transitada carretera, ¿porque abandonaron la casa y la dejaron a su suerte?.

Es posible que hubiera conflicto entre la familia y los herederos no se pusieran de acuerdo en quien debía disfrutar de la propiedad o por el contrario prefieren no hacer reformas para poder vender el terreno, ya que consideran que es más valioso que el propio inmueble, opinión de Alfredo Campello, integrante de las asociaciones culturales Alicante Vivo y Lloixa.


Esta mañana de domingo, tras unos días de mucho frío, lluvia y viento, ideales para quedarse en la cama o en el sofá calentito leyendo algún libro, me he acordado irremediablemente de esta casa, de ir lo más cerca posible y fotografiarla.

Y he dicho, ir lo mas cerca posible, porque esta casa me inspira mucho respeto, como cualquier otro edificio, pero esta en especial porque no tiene ningún tipo de valla o cerca que mantenga la distancia con la persona ajena a esta vivienda.

Cualquiera puede acceder sin ningún problema, el terreno es llano, sin baches, grietas o maleza que dificulten el acceso, no reviste ningún peligro para el curioso y es por esta característica lo que me atrae, incluso diré, que la casa me invita a visitarla.


A pesar de que el lugar está abandonado, me ha sorprendido ver detrás de la mansión un coche aparcado en la puerta de una caseta, aunque parece cerrada, se veía con claridad el cristal de la puerta, como antiguamente se fabricaban, dando la sensación de que alguien estaba en su interior.

Me he preguntado si eran vigilantes, guardas que antiguamente servían en la casa o por el contrario eran unos okupas que habitaban la parcela como improvisados inquilinos. Me ha invadido la duda y reconozco que la tentación en acercarme para preguntar por la casa era grande, pero era algo tarde, cerca de las 14:00, y me esperaban en casa con un recado de la carnicería que acababa de comprar, el suelo estaba embarrado por las lluvias de días anteriores, así que pensé mejor en ir otro día y adentrarme algo más y sin miedo a conocer y dejarme llevar por la historia de aquella casa que tanto me atrae desde que voy con el coche e inevitablemente la contemplo y admiro su majestuosidad rodeada de soledad y abandono, como un fotografía antigua guardada en un baúl.



Al volver a casa he investigado en internet sobre esta casa y me he enterado que se llama La finca de San Clemente y gracias al blog Excursiones Para Normales he sabido que ese misterioso coche no es de ningún ocupa ni nada parecido sino que es de los antiguos caseros y posiblemente ese coche sea de la hija de los mismos, por lo que me tranquiliza pensar que la zona está protegida y vigilada por personas responsables con la casa.

Pues creo que volveré otro día y si están estos caseros les haré algunas preguntas sobre la historia de la mansión y sus propietarios, que espero, serán muy interesantes de compartir con todos vosotros.

¿Os gustaría que hiciera una segunda visita para conocer más sobre la historia de esta casa? me encantaría que me lo hicierais saber dejando vuestros comentarios o enviando privados.


Fotos por Toni Vizcaíno
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