domingo, 24 de enero de 2010

La picaresca en el cine español


Mientras que el director del ICAA Ignasi Guardans aboga, en la sede de la SGAE en Barcelona, por subvencionar con dinero público a este sector a pesar de la grave situación que vive la economía y las familias españolas, Bruselas ha advertido a las autoridades españolas de que no puede dar nuevas subvenciones al cine previstas en una reciente orden ministerial hasta tener su autorización. Con todo esta polémica de las subvenciones, me gustaría recordar a unos tipos muy listos, el escritor Hernán Migoyaque y su productor Pere Domènech, le echaron un gran "morramen" utilizando la picaresca que desde hace unos cuantos siglos viene siendo habitual en el quehacer diario de este país. Considero que las subvenciones al cine español deberían de ser reguladas de una forma más exhausta y con un criterio más riguroso de como ocurre actualmente. Cineastas como Almodovar o Amenabar no deberían de disfrutar de ayudas del ICAA porque esta gente de por sí, pueden ser capaces de encontrar financiación privada o incluso pagarse ellos mismos las pelis, que sé que pueden, lo sabemos todos. Mientras que aquellos que hacen óperas primas y el guión es interesante y con visos comerciales, sí podrían aspirar a las ayudas, aunque con condiciones preestablecidas de recaudación en taquilla, promoción en los medios de comunicación, etc. A este respecto, el de las óperas primas es de lo que va el reportaje sobre la película Soy un pelele. Si las subvenciones a una primera película fueran de mucha menor cuantía de lo que dan, otro gallo cantaría. Hoy día el cine digital está siendo revolucionario en cuanto a los costes que tenía y tiene el celuloide. Por lo que una suma de unos 50.000€ sería más que de sobra para financiar tu primera película y buscarte la vida visitando a distribuidores, festivales de cine y empresas de TV. que quieran comprar tu producto. Os dejo el reportaje donde se explica con detalle el fraude que ellos mismos realizaron de forma premeditada para demostrar el enorme desmadre y falta de criterios a la hora de otorgar dinero público a cualquier pazguato que se precie con un proyecto de largometraje. Como aperitivo del reportaje os pongo determinadas condiciones para llevarse la pasta sin remordimientos morales.

Hacer óperas primas. El Ministerio de Cultura repartirá 14 millones de euros para películas de autores noveles. Hasta 500.000 euros por largometraje.

Rodar en lengua cooficial. O convencer a las autoridades autonómicas de que así se ha hecho. La Generalitat puede otorgar hasta 200.00 euros por la 'catalanidad'.

Inflar los presupuestos. Las ayudas a la producción que concede el Ministerio de Cultura son proporcionales al presupuesto del filme. Puede percibirse hasta un tercio de lo que cuesta.

Un estreno en falso. La condición para recibir ayudas del Ministerio y cobrar los derechos de emisión en TV es que la película esté estrenada. Si los distribuidores no muestran interés, siempre se puede alquilar una sala de pueblo unas horas y el estreno ya es oficial.

Comprar entradas. Cultura también exige una recaudación mínima (35.000 euros, según la ley; 60.000, según la antigua). Si el filme no llega a ese umbral, el productor puede dar un empujón a las ventas en taquilla adquiriendo entradas.

Aprovecharse de las TV. Por ley, tienen que invertir el 5% de sus ingresos en cine, vayan a recibir o no un retorno por su inversión.
Aquí el reportaje.

2 comentarios:

  1. otro más que no tiene ni idea del tema y está opinando... es cansino ya

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  2. ¿Que no tengo ni idea de lo que opino? ¿podrías ampliar un poco más tu razonamiento, en vez de irte por la puerta trasera y en plan anónimo? gracias.

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