Cuando cursé Imagen y Sonido, allá por el año 1995 recuerdo estudiar lo característico del cine, la televisión y la fotografía. De esta última nos mostraron fotos que han pasado a la historia de grandes fotógrafos como es el caso de Cartier Bresson, la de un tipo saltando justamente sobre unos maderos para no caer en un enorme charco de agua producido por la lluvia. El fotógrafo "que casualmente andaba por allí" captó esta imagen, congelando para siempre una acción determinada, de esta forma la fotografía iba más allá del mero retrato con la persona pasiva ante la cámara esperando ser retratada. Es lo especificamente característico de la fotografía, captar ese momento único que quedará plasmado para siempre, como huella de un instante, un pasado, un hecho. Pues creo que a partir de ahora en los centros donde se imparta historia de la fotografía y se hable de este concepto, sería interesante remitir a esta otra foto, alejado del goce estético y de cualquier connotación artística, donde un político filipino fotografió a su asesino apuntándole éste con un arma justamente cuando realizaba la última fotografía que tomó a su familia antes de morir. En la foto se ve en primer plano a la mujer e hijos del concejal Reynaldo Dagsa, mientras que en el fondo a la izquierda aparece la imagen de su asesino, Michael Gonzales, apuntándole con un revólver.Desconozco si existen más fotos tomadas justo antes de la muerte, el documento resulta estremecedor.
